martes, 14 de mayo de 2013

Los Derechos de las Mujeres

Los Derechos de las Mujeres

Sin duda alguna, entre otras conquistas, Alfaro alcanza la reivindicación definitiva de los derechos de la mujer, que hasta esa época había sido considerada como un ser inferior, apta únicamente para los menesteres domésticos.
Alfaro libertó a la mujer y le dio toda posibilidad para estudiar y acceder a la administración pública. Exigió que la sociedad la respete y la reconozca el derecho de vivir en igualdad de condiciones con el hombre.
Desde esa gesta libertaria, la mujer es considerada como símbolo de la dignidad, con los mismos derechos que el hombre, para alcanzar su plena realización y conquistar sus sueños.
El sentido de solidaridad humana y respeto que puso Eloy Alfaro en favor de la mujer no tiene parangón en la Historia de la República. Eso no se volverá a repetir jamás; Alfaro dignificó a la mujer sacándole de las garras de la sumisión y la barbarie con que fue tratada en otros tiempos, antes de su advenimiento. El constituye un rayo de luz en la noche obscura del trato social de la mujer en el Ecuador, duerante la República y en épocas pasadas. Es el faro luminoso con que la Revolución Ecuatoriana alumbrará a la mujer hasta el confín de los siglos.
Lamentablemente, la mujer ecuatoriana aún desconoce el valor histórico, político y social del ideal Alfarista y por eso en el pasado, ni en el momento actual con que se han cumplido CIEN AÑOS DE ESTA GRAN REVOLUCION ECUATORIANA, no han rendido el homenaje de admiración, respeto y gratitud, en el altar de la Patria, a su Libertador. Un monumento de oro sería poco para pagar el tributo que se merece este prohombre de la Patria. 

Las reformas liberales abrieron la puerta para que la mujer saliera de su ‘celda doméstica’ y se incorporara activamente a la vida del país. El alfarismo influyó para incorporar a las mujeres a los ámbitos educativo y laboral. Una de las primeras medidas fue permitir el acceso a la instrucción regular y laica a las niñas, que hasta entonces solo tenían la opción de la educación religiosa. Así, se colocaron las primeras bases para su inclusión con establecimientos femeninos, así como la escuela de artes y oficios para niñas. Con el objetivo de incentivar a las estudiantes más destacadas, desde el gobierno de Alfaro se distribuyó becas a sectores pobres. También ayudó para que varias de ellas se formaran en el exterior como maestras. En el campo laboral se registraron avances para la mujer, como garantizar su derecho al trabajo. Este tipo de principios analizados durante las administraciones de Alfaro dieron frutos en los siguientes gobiernos. Uno de los más importantes llegó en 1929, cuando se amplió el derecho político del voto a las mujeres. Además, se fomentó la autonomía económica femenina, al ampliar hacia ellas la jornada máxima, el salario mínimo, el descanso obligatorio, la libertad de asociación y la agremiación, el derecho a las protestas, entre otras. Un siglo después de la desaparición de Alfaro, la participación política femenina ha aumentado en el país. La actual legislación garantiza la equidad de género en instituciones estratégicas, como la Corte Nacional de Justicia. “La Revolución Liberal introdujo nuevos actores en la política y en la sociedad del Ecuador”, destaca Julio Pazos Barrera, catedrático de la Universidad Católica.

Bibliografía:



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